Nacida en Madrid es diplomada en Diseño e Ilustración por la Escuela Superior de Diseño ESSED Madrid. Estudió también publicidad en la Complutense.

Tras trabajar como diseñadora e ilustradora para varias empresas y profesora especializada en dibujo para la Universidad Politécnica y escuelas superiores de Diseño  en lo dejó todo para dedicarse por completo a su pasión: EL ARTE. Interesada por la figura humana femenina en 2010 viaja a Florencia para aprender del natural.  Seguidamente se forma en diferentes talleres con pintores y escultores de trayectoria internacional, en the Angel Academy of Art Florence, José Sánchez Carralero, Antonio López, Golucho, Alex Kanevsky, Vicente Desiderio entre otros.

Ha participado en exposiciones nacionales e internacionales y ha formado parte del grupo Women Painting Women de EEUU.

Su obra ha sido merecedora de premios como el “primer premio de dibujo fundación Ynglada Guillot,y Antonio Rincón y numerosas menciones de honor en diversos concursos. Sus cuadros pueden encontrarse en colecciones como la del MEAM Barcelona, Museo del Dibujo, Castillo de Larres, el Ayuntamiento de Guadalajara y en colecciones privadas tanto en España como en Estados Unidos. 

La autoexigencia totalmente profunda de encontrar un lenguaje diferente, con una mayor coherencia y de forma más personal hace que esta pintora habite en una continua investigación para pasar de trabajar de forma tradicional, que es lo que entiende mejor el público, a una forma más personal e íntima que ofrece más individualismo.

La geometría sale de forma espontánea y honesta. La satisfacción de expresar y pintar colores planos, formas ligeras y sencillas y se apodera de uno en forma de libertad y placer. Uno comienza un cuadro y de repente la comunicación se produce y el cuadro es el que te habla y te dice cómo quiere ser pintado. Ese momento es único e indescriptible.

Hay una puritana obsesión hacia lo que entendemos como bello, hacia lo que no molesta. Así pasa también con la expresión en el arte. El hiperrealismo se entiende mejor que otro tipo de lenguaje. Se sacralizan este sistema de valores, tras la fachada de un desproporcionado interés por el virtuosismo, parece captarse la necesidad competitiva de “más difícil todavía” frente a un cuestionamiento de lo que debe ser la esencia de la creación artística. Es un caballo de batalla siempre asociado a un cuestionamiento de su esencia. Hay que ser muy valiente para desobedecer el binomio mediocre  bonito/feo, bueno/malo.